lunes, 8 de febrero de 2016

No, no todas sois iguales.

Lejos de la afirmación "todos sois iguales" que muchas de vosotras soléis decir, a nosotros también nos habéis hecho daño alguna vez, tal vez bastantes. O muchas, quizás. Sin embargo, yo tengo la fe o la esperanza de que no todas busquéis a un tío que podáis manejar a vuestro antojo. Procederé a explicarme mejor en las siguientes líneas.

Yo era la excepción que confirma la regla. Cuando me enamoraba no tenía ojos para otros culos ni otras tetas. Pensaba constantemente de qué forma podía sorprender a mi chica y cada fin de semana elegía un destino. No os equivoquéis, no un destino caro, pero fuimos conociendo cada pueblo de la provincia poco a poco. Sacando el móvil y haciéndome con ella esas fotos tan chorras que a todas os encanta. No lo entendía, porque los mejores momentos se viven y punto. No estás pendiente de sacar el móvil y publicarlo en Facebook.
Pues bien, yo era de esos que escuchaba con atención y me reía con cada chiste malo. Intentaba bailar con ella en la discoteca aunque se me diera de culo, y le daba su espacio para estar con sus amigas, como debe ser. Confieso que sí,  he interpretado alguna vez un numerito de celos, pero no jodáis, a todos se nos ha ido la olla alguna vez, y es inevitable.

A lo que iba, yo era de esos, pero ya no. ¿Sabéis por qué? Porque vosotras, al igual que nosotros, también hacéis daño, aunque a veces sea inconscientemente. Porque al final, preferís a un canalla que os encandile con su labia barata, que a un tío que de verdad os enseñe a querer. Y al final uno pierde el interés. Demasiadas iguales, demasiadas que van buscando al prototipo de tío malote para luego cambiarle y convertirle en bueno. Yo no os digo que eso no pueda pasar a veces. Pero tenéis que poner los pies en la tierra y entender que la mayor parte de esos tíos os darán una vueltecita en su deportivo rojo y luego os dejarán en casa llorando. ¿De verdad preferís a un tío que te jure la luna, y no te de ni los buenos días, a uno que no quiera bajártela, pero te prometa llamarte al día siguiente, y lo cumpla? 

Sí, definitivamente vosotras también hacéis daño, sin embargo sé que no sois todas iguales. Por eso, ahora tal vez no sea el chico de antes. Tal vez ahora sepa con qué niña tengo que ser el malote de la película y con qué chica debo ser el romántico que era antes.



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