Lejos de la afirmación "todos sois iguales" que muchas de vosotras soléis decir, a nosotros también nos habéis hecho daño alguna vez, tal vez bastantes. O muchas, quizás. Sin embargo, yo tengo la fe o la esperanza de que no todas busquéis a un tío que podáis manejar a vuestro antojo. Procederé a explicarme mejor en las siguientes líneas.
Yo era la excepción que confirma la regla. Cuando me enamoraba no tenía ojos para otros culos ni otras tetas. Pensaba constantemente de qué forma podía sorprender a mi chica y cada fin de semana elegía un destino. No os equivoquéis, no un destino caro, pero fuimos conociendo cada pueblo de la provincia poco a poco. Sacando el móvil y haciéndome con ella esas fotos tan chorras que a todas os encanta. No lo entendía, porque los mejores momentos se viven y punto. No estás pendiente de sacar el móvil y publicarlo en Facebook.